Individualidad, ONGs y autoempleo

Emprendimiento, ONGs y autoempleo

El autoempleo, una de las mayores metas de las consultas que recibimos. En estas fechas en nuestro estudio jurídico es momento de hacer balance del último ejercicio, realizar valoraciones y sacar conclusiones que nos ayuden a mejorar en nuestro desempeño. En esta entrada vamos a hacer un repaso de la colaboración llevada a cabo durante el último año con RastroSolidario ONGD en materia de servicios jurídicos para el tercer sector de acción social.

Individualidad o individualismo solidario

A pesar de tratarse del primer año completo en el que se han prestado estos servicios de asesoramiento específicos para ONGs y entidades sin ánimo de lucro (Fundaciones y Cooperativas), se han atendido cerca de 250 consultas. Las mismas han tratado de los temas para los cuales más necesidad de apoyo técnico-legal suelen requerir estas organizaciones no lucrativas, frecuentemente, de pequeñas dimensiones.

Dos rasgos han diferenciado a los servicios jurídicos prestados por RastroSolidario ONGD en contraprestación a otras modalidades como la que ofrece Soluciones ONG:

  1. Trato personalizado con un protocolo de actuación que comprende, en la mayoría de las consultas, una primera llamada manteniendo una conversación telefónica para obtener información de la persona/entidad solicitante, potenciando el trato persona a persona; y
  2. Un abanico de servicios amplio y bien estructurado por temas o áreas de práctica jurídica: Asesoramiento en materia de constitución o creación de ONGs, protección de datos personales LOPD… hasta un total de cuatro modalidades.
De las consultas atendidas un 72% han versado en materia de creación de ONGs y el restante 28% se han referido a cuestiones relacionadas con la aplicación de la Ley Orgánica de Protección de Datos 15/1999, protección de marcas ante la OEPM, etc.

Siendo tan relevante, con respecto al total, el número de consultas relacionadas con la creación de ONGs hace que nos cuestionemos cuál es la motivación que da lugar a que un grupo de personas (normalmente muy reducido) se decidan por instalar su propia entidad del tercer sector:

  • Se trata de personas sensibilizadas que han tenido una experiencia previa colaborando en labores de voluntariado en alguna otra organización, bien por cercanía a su lugar de residencia (disponen de sede o delegación próxima), bien por ser de reconocido prestigio (Cruz Roja, Oxfam Intermón, etc.). Esta experiencia les ha dado la posibilidad de advertir que hay parcelas de actividad que o no están siendo bien tratadas (según su criterio personal) o que consideran que podrían afrontarse de manera diferente, animándose a constituir su propia ONG.
  • Se trata de personas cercanas a la realidad social de colectivos con especiales dificultades, con riesgo de exclusión social, con patologías específicas (ej. enfermedades raras), personas con diversidad funcional (Ley de Dependencia) o, mayormente, muy sensibilizadas con la acción en terceros países donde pretenden ejecutar proyectos de cooperación para el desarrollo (frecuentemente en América Latina y África). De nuestra labor se desprende que los promotores de este tipo de entidades no lucrativas suelen estar o han estado en contacto con los colectivos beneficiarios de su acción social. En este grupo incluiríamos a las promotoras de ONGs que trabajan en la protección del medio ambiente y el entorno natural, protectoras de animales, de denuncia del maltrato animal, etc.
  • Finalmente, y aun siendo muy esquemática la tipología que aquí presentamos, un tercer rasgo es el de aquellas personas que ven en el Tercer Sector una oportunidad para el autoempleo. Esta característica puede darse simultáneamente en los dos apartados anteriores: bien en el de personas que consideran que la acción local de su pequeña ONG va a llegar mejor a sus beneficiarios, bien porque tratan con colectivos insuficientemente atendidos tanto por otras entidades no lucrativas como por las administraciones públicas.

Por lo tanto, aunque a priori, pueda parecer obvio pensar «para qué quiere constituir su propia ONG si ya hay tantas» lo cierto es que ese «individualismo solidario» que empuja a unos pocos a crear su propia entidad, las más de las veces está plenamente justificado.

La conciencia creciente de esa responsabilidad social ha llevado a que los ciudadanos, a veces individualmente, pero, sobre todo, por medio de organizaciones basadas en la solidaridad y el altruismo, desempeñen un papel cada vez más importante en el diseño y ejecución de actuaciones dirigidas a la satisfacción del interés general y especialmente a la erradicación de situaciones de marginación y a la construcción de una sociedad solidaria en la que todos los ciudadanos gocen de una calidad de vida digna.

Ley 6/1996, del Voluntariado (Exposición de motivos)

Rasgos comunes

De todas las entidades que con RastroSolidario ONGD hemos ayudado a constituir e impulsar durante 2014 destacaríamos los siguientes rasgos comunes:

  • Son entidades de reducidas dimensiones o micro-ONGs que dependen casi exclusivamente del esfuerzo de sus fundadores
  • Orientan su actividad bajo la perspectiva del «piensa globalmente y actúa localmente«
  • Cercanas a la realidad que tratan de modificar, sus promotores creen que no hacer nada no es una opción válida
  • Gozan del valor de la confianza entre sus beneficiarios, voluntarios y colaboradores

Fórmula de autoempleo

Como tratábamos en nuestro anterior artículo sobre Emprendimiento social, las asociaciones de la Ley Orgánica 1/2002, resultan ser una fórmula idónea como fórmula de autoempleo para dar inicio a una actividad con perfil no lucrativo, en el bien entendido que el sostenimiento económico de los promotores o impulsores de la iniciativa no desvirtúa el carácter no lucrativo de la ONG que vayamos a crear.

Es un error muy frecuente pensar que una entidad sin fines de lucro, si tiene personal contratado está dilapidando fondos que podrían ir destinados a los beneficiarios de los proyectos de la ONG. Lo mismo que si los miembros del órgano de gobierno incurren en gastos directamente derivados del ejercicio de su cargo, tienen derecho al reembolso de los mismos. Claro está con las limitaciones que las buenas prácticas aconsejan en estos casos. Pero lo que es evidente es que, si la entidad creada va consolidando su actividad, lo lógico es que tienda a la profesionalización de su equipo, contratando al personal necesario, lo que repercutirá en la mejora de sus resultados y consolidando a las personas que han apostado por ella (ej. voluntariado como fórmula de promoción para el autoempleo).

Para saber más acerca de las distintas formas jurídicas (asociación, fundación, cooperativa) que se pueden aplicar para constituir una ONG está disponible esta presentación donde, de modo sencillo y claro se sintetizan las diferencias, ventajas e inconvenientes de una u otra en función de a qué se vaya a dedicar, etc.:

 

Para contactar con el estudio jurídico Valenzuela-Torrellas.

Para contactar con los servicios jurídicos de RastroSolidario ONGD.

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